CENTRO
NEUROPSICOPEDAGÓGICO O PELOURO
Me
llamo la atención el nombre, en gallego significa canto rodado…puede que sea
eso parte del significado de este centro un trozo o fragmento de piedra de
diferentes tamaños susceptibles de ser pulidos o transportados…
Dejando
a un lado el nombre, me sorprendió gratamente este centro ubicado en Calderas
de Tui un pueblo fronterizo con tierras lusas de la provincia de Pontevedra, en
el cual se intenta demostrar que es posible otra forma de educar.
Fue
fundado en los años 70 por Teresa Ubeira
y Juan Llauder, matrimonio con formación en neuropsiquiatría infantil y
pedagogía terapéutica que decidieron reconstruir un viejo complejo hotelero
para formar un innovador proyecto educativo, un lugar donde “Poder vivir la
diversidad”.
Es
un lugar sin pautas ni horarios, donde se aprenden materias básicas como lengua
o matemáticas pero se apuesta por otras como la expresión emocional, social y
relacional.
En
el colegio se intenta que aquellos que
no presentan ninguna dificultad y los que tiene patologías neurocognitivas o
aquellos de altas capacidades convivan de forma armónica, y han demostrado que
esto es posible ¿ pero cómo lo han conseguido? Lo primero con mucha ilusión,
con su experiencia formativa pero sobre todo aplicando un modelo diferente de educación
que se denomina Pedagogía interactiva intersectiva; lo importante no es tanto
determinar que modelo han aplicado, sino fijarnos en que es posible otra forma
de educar que va un paso más allá , aprendiendo de la convivencia de niños y
adolescentes con percentiles y características muy diferentes; todos aprenden
de todos, y se deja libertad a los niños para que aporten lo mejor de cada uno,
se complementen y ayuden, y aún va más allá, se deja que cada uno progrese en
aquello que mejor se adapte a sus capacidades y deseos.
Me
fascina que en los años 70 en una aldea gallega hayan sido capaces de llevar a
cabo un proyecto tan progresista e innovador sin importar las normas o pautas
marcadas y cuyo único fin sea EDUCAR en
mayúsculas desde la convivencia y la integración, y sacando lo mejor de
cada uno de sus alumnos.
Después
de ver el video y de leer un poco sobre el centro, me quedo con las palabras de
uno de los artículos de Vivir O Pelouro escrito por José Contreras Domingo “Hay
que vivirla para entenderla. Bajo esta consigna, el autor se acerca a esta
escuela singular sin horarios, ni asignaturas, ni clases o grupos, ni actividades
fijas. Una escuela para todos los niños y niñas, en la que buena parte del alumnado
requiere necesidades educativas especiales. Una escuela que es, además, un
hogar”
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